Retablos del Templo Nuestra Señora del Carmen

Retablo del Altar Mayor del Templo Nuestra Señora del Carmen- Foto- José Ma. Arboleda

Encontramos una la serie magnífica de retablos perteneciente al Estilo Rococó, dorados con hojillas de pan de oro, destacándose el Retablo de Santa Ana, de dos pisos y tres calles con ático. Y los Retablos Gemelos de San Luis Gonzaga y San Cayetano (Foto), cuyo repertorio decorativo está dentro del círculo del maestro Sebastián Usiña, o ´´Maestro de 1756´´, ya que presentan detalles que los adosan, no tanto al retablo del Señor de la Coronación como lo sugiere Santiago Sebastián, sino al Púlpito de San Francisco, como lo son los bulbos exornados con rosarios de perlas, recordando el aristado del pie de la canéfora, conforman las columnas.

“Santiago Sebastián en el año 1965, utiliza el término de ´´monstruosas columnas´´ para caracterizar los Retablos del Templo de Nuestra Señora del Carmen .”

Estos detalles constituyen la aportación más original de los retablos, motivo por el cual Santiago Sebastián en el año 1965, utiliza el término de ´´monstruosas columnas´´ para caracterizarlas; el uso de mascarones aquí de mayor tamaño, en el bulbo inferior de las columnas que se identifican con los del remate superior del tornavoz, los capiteles de las columnas, semejantes en diseño a los de las pilastrillas de la copa, y una gran parte de elementos utilizados en la decoración del entablamento. Los Retablos del Sagrado Corazón y de San Joaquín son a tribuidas a otro tallador. De los Retablos Laterales, un solo retablo está rematado por una corona y el Cordero Pascual. Los cuatro restante Retablos del Templo del Carmen, rematan en su ático con águilas bicéfalas- signo emblemático de la Casa de Austria que gobernó en España hasta 1700.

El Retablo del Altar Mayor tiene tres pisos horizontales y tres calles verticales, (foto ___), totalmente revestido en laminilla de pan de oro. En el central se encuentra el nicho de Nuestra Señora de El Carmen. Consta de cuatro cuerpos superpuestos, de los cuales, los tres inferiores presentan hornacinas y el superior está conformado por una cresta delimitada por la bóveda deprimida del presbítero. Las tres calles que presenta el retablo, están flaqueadas por pares de columnas de fuste helicoidal en los dos cuerpos intermedios ya que el inferior lo hace con pedestales decorados con volutas frontales. En los estrechos intercolumnios del segundo cuerpo se insinúa, en cada lado, una esbelta hornacina mediante una peana y una concha de ´´S´´ espigadas separadas por un fondo liso.

En el tercer cuerpo, la concha se repite en la zona central de los intercolumnios, rodeada de variada decoración. Las hornacinas abocinadas se exornan con conchas de 13 cucharillas localizadas en el tímpano a partir de las impostas, que se prolongan fugadas a lo ancho de la bocina. Al igual que en San Agustín, la archivolta del arco del camarín rompe el entablamento del segundo cuerpo al partir del resalto del arquitrabe. El frontón de la cresta se inicia con una voluta en cada lado, remata al centro con la corona y el escudo de la Comunidad de las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa de Jesús. En la colección de la obra mueble se destaca un bello, pero deteriorado Púlpito tallado en madera.